miércoles, 12 de agosto de 2009

Nuestra homenajeada del Internac de Moravia; dedicatoria de sus hijos Juan Diego y Verònica. Los que quieran expresar algun recuerdo escribir coment

Rosa Virginia Castro Salas

(1960-2003)

Co-fundadora Asociación Deportiva Moraviana de Ajedrez

Doña Rosa, como se le conoció en el mundo del ajedrez, nos dejó prematuramente un 29 de Agosto a los 43 años, misma fecha en la cual hoy, 6 años después inicia un torneo dedicado a su memoria. Su relación con el ajedrez inició a corta edad, cuando uno de sus hermanos mayores quien participara en varias ocasiones en torneos de juegos laborales le enseñó las reglas básicas del juego.

Años más tarde, con la misma curiosidad le enseña a sus hijos y acompaña al mayor de ellos a los Juegos Estudiantiles de San Ramón 1993 iniciando allí un entusiasmo con el ajedrez que mantuvo hasta sus últimos días.

Luego de algún tiempo de estar en el mundo del “juego ciencia” conoció y enfrentó las grandes limitaciones que aún hoy el deporte tiene en nuestro medio. Decidida a cambiarle el rumbo a la marginación que vivía el ajedrez funda en 1995 junto con otros padres de familia la Asociación Deportiva Moraviana de Ajedrez dedicada a la promoción y consolidación del ajedrez en el cantón.

ASODEMA La Asociación Deportiva Moravia de Ajedrez (ASODEMA) fue la casa de muchos campeones nacionales de categorías menores, participantes en mundiales, medallistas de juegos nacionales y estudiantiles y de miembros de selecciones nacionales. ASODEMA inauguró una etapa de oro dentro del ajedrez en Moravia que se coronó con el gané de la categoría absoluta en los juegos nacionales de 1999. Además, masificó el acceso del deporte en el cantón y brindó la oportunidad a muchos jóvenes de contar con un espacio de recreación sano y estimulante. De la extinta ASODEMA quedan aún hoy grandes jugadores que dieron sus primeros pasos con nosotros. Entre ellos se destacan el MF. Jonathan Carvajal, MF. Carla Da Bosco, Verónica García (hija de Doña Rosa), Carla Vega y Jorge Alvarado.

¿Qué deja Doña Rosa al ajedrez nacional? Sin duda, el aporte de a quién hoy se le brinda un merecido homenaje acompañará al ajedrez nacional durante varias generaciones. No falta quien recuerde las largas conversaciones con ella acompañados de un café, el humor que nos hizo sonreír a muchos después de una derrota o la picardía de sus comentarios. Sin embargo, el principal aporte que deja Doña Rosa al ajedrez nacional es el ejemplo de que un trabajo honesto y comprometido puede levantar y promocionar el deporte en cualquier zona del país sin necesidad de contar con muchos recursos o pequeños genios. Solamente con la convicción de querer el ajedrez y de que todos tengan el derecho de jugarlo se pueden hacer grandes cosas.

¡Que el espíritu de Doña Rosa nos acompañe siempre a todos los ajedrecistas del país!

Lic. Juan Diego García Castro Upala, Agosto 2009

Verònica Garcìa Castro.

Moravia, agosto 2009

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Merecido homenaje que ha tardado más de la cuenta en llegar, pero se hará y es lo importante.

De mi recuerdo personal, yo agregaría la (hiper)actividad de doña Rosa, y su amor natural de madre por sus hijos.

Precisamente la conocí porque me pidió que llamara, creo que a Brasil, para coordinar un eventual viaje de su hijo.

Recuerdo, también, las jugadas de naipe que se daban los padres de los chicos de Moravia, a la cual fui cordialmente invitado dos o tres veces.

Mauricio Castro

Anónimo dijo...

Tuve pocas oportunidades de compartir con la Sra Rosa, pero de lo lindo que recuerdo era que respiraba ajedrez hasta por los poros, y el apoyo a sus hijos siempre fue incondicional.

Un gran respeto para Verónica y Juan Diego, Dios a veces nos da la bendición de compartir con grandes almas en la tierra, y sin duda doña Rosa lo fue, ahora está en cielo ayudando a Dios en otras labores, pero compartiendo con Diego y Verónica, podemos ver parte de ella, en su alegría, en su respecto, en su honestidad. Mis admiración y respeto sincero amigos...Diego y Verónica

Royner Solano López

Royner Solano

Administrador dijo...

De doña Rosa recuerdo:

Su magnetismo y jovialidad: siempre estaba rodeada de personas, ya sea jugadores o padres de familia.

Su amabilidad: siempre me ofrecía cafecito en los juegos nacionales o me decía, "venga en 5 minutos que ya se está chorreando la segunda tanda".

Su actividad y entrega: siempre estaba al pendiente que los muchachos estuvieran bien atendidos.

Yo creo que de ella sus hijos sacaron mucho, pues al recordar el rostro de Verónica y Juan Diego, veo esa sonrisa que doña Rosa expresaba muy a menudo.

Felicitaciones por la idea de dar este homenaje a tan importante figura del ajedrez moraviano y nacional.

Anónimo dijo...

Moravia NO gano los Juegos en el 1999, en ese año gano San Ramon. Moravia logro ganar en los JDN de Nicoya.

Ademas les falto mencionar la constante oposición que consistio Ernesto contra el grupo de Rosa (ASODEMA y luego ASODEMAJA); el cual estuvo cobrando durante años el sueldo del entrenador en Moravia apesar de no entrenar a NADIE, mientras en ASODEMA Rosa y los demas padres cobrando cuotas y haciendo actividades le pagaban al señor Fco. Hernandez.

Parece para mi persona extraño que la misma persona que estuvo en la acera del frente y le hizo parte de la vida imposible a Rosa ahora le dedique un torneo.

En todo caso que Dios la tenga en su divina gloria!

Anónimo dijo...

¡Como pasa el tiempo!

Aunque nunca llegue a tener un contacto directo con doña Rosa, si recuerdo su amor incondicional por el ajedrez y sus hijos, en aquel entonces un par de niños.

En el club Capa, pinponeaba con Diego.

E. Araya

E. Araya

Anónimo dijo...

El medio del ajedrez nuestro està lleno -muy a mi pesar- de personas que cargan muchas frustraciones y, lo màs triste, es de que son las tipicas personas que se comen vivos a los otros, pero, a las espaldas. Por ello, en estos foros nos hemos visto atiborrados de muchos de ellos y que,consecuentemente, se abocan a escribir desde el anonimato.

Desde que deslicè la inquietud de rendir homenaje a una de las personas mas valiosas de los ultimos años del ajedrez organizado, saltaron a la palestra, unos cuantos desadaptados a criticar mi iniciativa. En otras circunstancias tal vez no deberia perder el tiempo, pero, harè algunas aclaraciones para el resto de la audiencia. De siempre he sabido que el que calla otorga y todos nosotros, mientras estè a nuestro alcance, debemos evitar que los sinuosos, los mentirosos, los puñaleros, piensen que gobiernan la cosa.

Debido al impacto de tener en un momento a la persona y de repente no, ha costado acostumbrarse a la ausencia de una persona que irradiabe y hacia pensar a uno que tenia dos motores potentes, que siempre la alimentaban para nunca parar. Seis años despues y con el mejor animo y recuerdo especial, lo conversè con mi entrañable amigo, de muchos pleitos en la campaña del TLC y de despotricar por su filiacion sindicalista, el hoy licenciado en sicologìa Juan Diego Garcìa y le plantee mi deseo de hacer un torneo en memoria del ser querido; le pedì que lo consensuara con su querido padre y hermana y llevò dos minutos que me dijeran que si.

Desde el primer dìa que nos conocimos, Doña Rosa y yo, naciò una amistad especial y sentì desde ese momento que ella me abriò las puertas de su casa y de la de toda su familia, un gesto muy sincero y muy espontaneo de personas que van por la vida sin guardarse nada en el ropero. Hice una amistad muy fuerte con el flaco y muchas de las vivencias como la bonita pareja que formaban, sirviò para mi de escuela. El amor de ambos por sus dos hijos, y que ellos vivian la vida para ellos; la familiaridad con la que se trataban dicha pareja, casi como dos hermanos y siempre uno pendiente del otro. El ajedrez llegò a esa casa y era como un templo sagrado, tanto el tema en si, como los libros y piezas por doquier.

Acercando a otros padres, fundamos la Asociacion ASODEMA, ya sabran uds quien hizo los papeles legales de la misma. Al inicio de todo, era Juan Diego, Andrès Gamboa, Erick Soto y Adela Navarro. A los 3 ùltimos los heredè y los recibì del grupo que dejaba el saliente entrenador del CCDR Moravia, Don Alexis Murillo. Acerquè estas piezas y disfrutamos y competimos, ganabamos y perdiamos; pero, aunado al afàn de Doña Rosa y mìo, debiamos de crecer para tener perspectiva de sostenernos en el tiempo y asì fuè como con el recordado y querido Boanerges Navarro , que de Dios goce tambien, nos dividimos el trabajo de reclutar nuevos valores y llegaron a ser màs de 30 jugadores y la mayorìa con buenas condiciones. Coronando este trabajo ganando, años despues, la disciplina completa de Juegos Nacionales de Cartago. Este etapa de inicio hasta Cartago fue de màs o menos 4 años. Llegando de Cartago y siendo directivo de ASODEMA, les explico en sesion de JD que hasta ahi les iba a acompañar como entrenador del grupo, dado que tenìa una oferta econòmica mejor.

Cierto lo anterior, como cierto tambièn, que honestamente consideraba que mi ciclo en esa funciòn ya habìa terminado. Y en esa misma sesiòn, les recomendè a quien serìa el siguiente entrenador, el MI Francisco Hernàndez. El proyecto ASODEMA, años atràs lo asumì de manera idealista, nunca lo econòmico fue lo principal. Me fui de entrenador, seguì de directivo.

Anónimo dijo...

Iniciè un nuevo grupo, de ASODEMA, por voluntad propia, me siguiò la linda y bella persona que es Carla Da Bosco. Me contrataron desde entonces la Asoc. Parque del Norte, en estos años, con ellos, he fungido como entrenador de futbol màsculino de campo, entrenador de primera divisiòn de futbol salòn femenino (tengo titulos de entrenador en ambas modalidades por la UNA) y coordinador deportivo. Muchas de estas funciones en simultaneo, con la que a mi, me interesa mas, lo de ajedrez.

A minutos del dìa del deceso, recibì la llamada de Juan Diego, comunicandome la mala noticia. Y sinceramente, fue una perdida irreparable, un vacìo en nuestras vidas tremendo. Nunca tuvimos el menor altercado, ni un solo enojo, ni un solo minuto de desavenencia. Como personas maduras y que primaba la amistad, ella mas que nadie comprendiò lo sucedido despues de Cartago y nunca, estuvo en peligro la amistad. Era de esas personas que daba su amistad y era como un trato de vida, fiel, incondicional, siempre presta a servir.

Juan Diego y el flaco, su esposo (Luis) son testigos, màs directo, del afecto, el respeto, el cariño que nos ligaba y que nos une. Lo demàs son cuentos de viejas de patio, màs perdidos que el hijo de la llorona. Pero, es el mundo, hay de todo tipo de gente.

Este torneo, nos permitirà decirle a los que no la conocieron, lo especial de la semilla que ella sembrò que hasta el dia de hoy, Moravia palpita el afan de mover las piezas del ajedrez; decirles a todos, que basta con querer para hacer cosas, que el tesòn y la motivaciòn son combustibles que nos impulsan cada dia, para ser mejores, y para mostrar que los pactos de amistad son a prueba del tiempo y del destino.


Dizan Ernesto

Anónimo dijo...

Muy bonito, pero pura paja!