El trabajo sistemático de entrenamiento que viene efectuando con su entrenador Leonardo Valdés, nos muestra a un sólido jugador con una variedad de sistemas y todos ellos, prestos a desembocar en posiciones ricas que permiten una gran variedad de opciones tácticas. Tal vez, la mejor muestra de su preparación es la consistencia a trabajar sus partidas hasta las 60-70 jugadas si es necesario y nos muestra fortaleza en la conducción de finales. Sergio se apresta a participar en el Centroamericano y el Caribe del 29 julio al 4 de agosto en Colombia y, de regreso, se tira en paracaidas el 5 de agosto en Panamá en el Festival de la Juventud del 6 al 11 de agosto. Todo esto posible, gracias al incondicional patrocinio de su Señor Padre.
El torneo sirvió de marco para que también modelarán en la pasarela, dos nuevos y descollantes valores, que impresionan con el dominio que tienen en la apertura y que mueven sus piezas con un Señorío que muchos jugadores de primera división se lo desearan: Jordi Quesada y Andrés Durán. El ajedrez nacional en estos dos jugadores tiene mucho futuro.
Los veteranos y ya canosos Rommel Castillo y Ronald Ugalde hicieron la lucha por ganar el torneo pero no les alcanzó, haciendo al final el 2y3. Entre los tres animadores del torneo se alzaron con la bolsa de premios de 100,000 mil colones.
Un torneo muy bonito y destacado tuvo Stanley Gómez, quien exhibe un ajedrez pujante y que denota preparación casera, en la última ronda brindó cátedra de ajedrez ofensivo apabullando a Efrén Solís, a quien le quitó los impulsos de loco compulsivo del ataque.
Más información y tabla final de posiciones en la web del CMA: www.ajedrezmetropolitano.com/club
1 comentario:
Debo sumarme a los buenos conceptos emitidos sobre Jordi Quesada.
Porque nunca lo había visto jugar, me impresionó muy favorablemente su nivel y la gran cantidad de horas juego que se le notan, a pesar de su muy escasa edad y estatura física.
Sinceramente, ahí hay una gran perspectiva para nuestro país.
Ojalá todos aúpemos a esta gran promesa, en especial las autoridades, desde la ínclita Federación hasta el ICODER, pasando por el Club Metropolitano y la Asociación Cartaginesa de Ajedrez.
Viéndolos a él y a Andrés, me sorprendió la velocidad mental con que analizan, y se expresan.
Los Durán se han vuelto consuetudinarios del Club Metropolitano, y nos alaga que así sea, porque ese amor genuino por el deporte, de toda la familia, no es sencillo de encontrar.
Ellos viven una ilusión muy genuina, al igual que los Quesada, y esa fuerza renovadora la ocupamos todos en el deporte-ciencia.
Me recuerdan los primeros días de Alejandro Ramírez, aunque en esa época no tuve la clarividencia de ver lo que tenía ante mis ojos.
Mauricio Castro
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