El pretender imponer entrenadores espurios, que salieron de la manga, sin proceso de elección cristalino y otras imposiciones ocurrentes, llevaron a un ambiente tormentoso, previo al viaje de la selección, y que significó en una postura altamente justificable a renunciar a su derecho de viajar por parte del MI Alexis Murillo. El MI Leonardo Valdés, por su espíritu patriótico, dió un espacio adicional de oportunidad de cambio a los noveles dirigentes, sin embargo, ya estando la selección en el Viejo Continente, Valdés vió la radiografía nítida del monstruo de mil tentáculos y sufrió en carne propia, lo que LA SECTA GOOBELIANA, entiende por democracia: votaciones montadas y casi todas las perdió, al obedecer el monstruo monigote a otros intereses impublicables.
El monstruo se mueve disciplinadamente como un músculo, tanto en lo competitivo como en los remedos de asambleas. Estas cosas, estas injusticias, hicieron que ambos Maestros dejarán de pensar, al sufrirlos en carne propia, que eran espejismos, era una brutal realidad y sus conciencias ciudadanas y su educación profesional, los lleva a dirigir una nota al máximo rector de la política deportiva del país, el Licenciado Jorge Muñoz Guillén, confesándoles los pormenores de como se teje una mentira, de como se aprovechan de la buena fe de los jugadores y se hace esta denuncia, con la sana convicción de que hay que ponerle alto a estas deformaciones en el Ente Rector del Ajedrez Nacional.
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